Ahora que ha llegado la Navidul, a uno le da por recordar los años pasados, dónde estábamos y qué hacíamos en estas fechas por aquellos entonces. Yo por ejemplo, en diciembre de 2006 iba de un hotel para otro por motivos laborales. Recuerdo que para matar el tiempo muerto que pasaba en algún hotel perdido, en esa época estaba totalmente viciado con el Bedjumping, una actividad que se popularizó mucho y tuvo su momento en Internet, pero que en la actualidad está ya en decadencia. Yo era un saltador prolífico, como demuestran las entradas en este cutreblog de aquel mes, hace ahora 5 años.
Tal fue mi devoción por el atípico entretenimiento, que en la web de marras me premiaron como uno de los mejores saltadores del año y realizaron un video en mi honor. Un reconocimiento que ha sido visto más de 11.000 veces en Youtube.
Hoy ya no practico esa mierda, sobre todo porque como empecé a repetir hoteles, ya perdió un poco la gracia y al final abandoné el interés de hacerme fotos pegando saltos en las camas sin ningún sentido. Ahora leo libros.
No obstante, hoy he visto un GIF en www.Pitodoble.com que me ha hecho despertar de nuevo el Gusanillo Saltarín de Camas (Sevilla) que hay en mi interior. Señores, esto hay que intentarlo:
Vaya crack metiéndose en el sobre... así seguro que no le pillan los Reyes Magos levantado.
Pometo que en el futuro volveré a arriesgar mi integridad física e intentar lo que hace ese fenómeno, aunque que me hagan pagar la cama destrozada en algún hotel.
Saludotes para todos ustedes y que tengan un buen fin de 2011 y mejor comienzo de 2012.
Seguiremos en antena.
En septiembre del año pasado escribí un post muy festejado en el que definía 9 tipos de personas que te encontrarás en un gimnasio chino. A pesar de mi esfuerzo, aquel post resultó incompleto, ya que por petición (aclamación) popular, tuve que añadir una especie más a la clasificación y rematé la tipología con "Los Secacojones", en el post de nombre semejante: Sécate los Cojones.
Mi amiguete Pachi me envía una foto tomada hace pocas semanas en otro gimnasio de Guangzhou, en el que se comprueba que la clasificación plasmada en este cutreblog, sigue estado vigente, ya que en ella se puede identificar un usuario del centro deportivo pertenicente a la cabila de los "Pasaba por Aquí".
DEFINICIÓN: Denominados así porque consideran el gimnasio como una extensión del espacio público, ya sea un parque o la mismísima calle. Su mayor singularidad es hacer ejecicio vestidos exactamente con la misma ropa que se han puesto por la mañana para ir a la oficina. Seguramente desconocen que en el gimnasio existen los vestuarios o es posible que tilden de mamarrachos o afeminados al resto de clientes ataviados con indumentaria deportiva.
Los he visto haciendo pesas en pantalón de pana y zapatos con hebillas, y aunque al comienzo del entrenamiento llevan puesta la camisa, al poco de empezar a sudar se la quitan y se quedan en camiseta interior sin mangas ( la clásica tipo Abanderado) o sin ella, mostrando el torso bien empapado. Van dejando charquitos de sudor allá por donde se van parando, pero tienen asumido que la transpiración y el olor corporal al secarse el sudor, no son motivo para alterar la actividad diaria, por lo que una vez finalizada la sesión y por supuesto sin pensar en absoluto en ducharse, se vuelven a poner la camisa y regresan a sus quehaceres cotidianos con total naturalidad.
Imagínate que circulas por la Autovía de Murcia y ves pasar un turismo con un guardia civil subido en el capó, o por mitad de tu ciudad y de repente aparece un coche con un policía local sujeto al techo. ¿Te parece increíble? Pues eso mismo ocurrió hace unas semanas en mi querido Chengdu. Como podéis ver en estas imágenes (con musiquilla) de YouTube, se ve a un taxi con un policía sujeto al capó recorriendo la capital sichuanesa de arriba a abajo.
Resulta que el policía identificó a un taxi ilegal (los hay a miles, sobre todo en las grandes ciudades) y lo quiso detener, pero el (falso) chófer se dio a la fuga. Como en China la policía no suele llevar armas casi nunca, lo han de compensar con agentes fervorosos de su trabajo. Y esa devoción en el cumplimiento del deber, fue la que llevó a este guardia a subirse al capó del automóvil para provocar que el taxista no huyera, pero ya sabéis el efecto que tuvo. Después de pasearse durante un buen rato sin soltarse por toda la ciudad, finalmente con la colaboración de otro taxista (este presuntamente legal) y un autobusero, logró detener al taxista impostor y según recogen las siguiente imágenes, no de muy buenas maneras pues se entiende que al policía le disgustó el viaje en aquellas condiciones.
En el año 2004 escribí un post desde Chengdu precisamente, al que titulé O.R.A. de Morir. Era sobre un incidente con un aparcacoches (legal) al que un conductor se negó a pagarle los 5 maos (10 céntimos) reglamentarios. El encargado de regular los estacionamientos, ni corto ni perezoso (más bien todo lo contrario), se tiró debajo del coche y amenazó con no moverse de allí hasta que recibiera la cuota.
Ignoro el verdadero motivo que lleva a algunos chinos a comportarse así en su trabajo y arriesgar su propia vida. Puede que sea el sentido del deber, o qué no les gusta que les tomen el pelo cuando están siendo justos y cumpliendo con su trabajo.
Durante mi residencia en Chengdu hice amistad con un neozelandés llamado Carl, al que todos apodaban "Kiwi", un apelativo muy original para llamar a un tío nacido en las antípodas... tan original como que me llamaran a mí "DJ Bullfighter" (= "DJ Torero", ver cutrepost del 2004 con título "Me Encontré una vez un Bar".
Carl sigue siendo un buen amigo y tengo la suerte de que todavía estemos en contacto. En Chengdu él vivía en un piso octavo sin ascensor, pero aquel apartamento tenía la particularidad de poder usar la terraza del edificio como propia. Carl solía organizar fiestas en la azotea, a las que él mismo bautizó como (en otra eclosión de originalidad) "The Roof Parties". La verdad es que se lo curraba mucho e incluso traía un limpiador de orejas y un cocinero de snacks (小考) callejero... el hombre tenía un par de huevos para subirse su puesto entero más toda la comida por las escaleras hasta el piso 8.
En esos guateques, yo también ponía mi granito de arena en forma de bebercio y hacía unas sangrías de las que al cabo de varias fiestas, sin exagerar, cogieron fama en toda la ciudad. Cuando llegué al Chengdu, ya tenía el culo pelao tras casi una década organizando fiestas multitudinarias en pisos de estudiantes y becarios... así que preparar sangrías con medios rudimentarios e ingredientes precarios para mi fue un reto sencillo. Esta era la receta de mi sangría:
1. Elegir un recipiente lo suficientemente grande como para hacer sangría que dure al menos media hora en una fiesta de unas 30 personas. Pueden servir el barreño que usas cuando subes a tender la ropa o el cubo donde se lava alguna ropa a mano (fregados a conciencia con antelación). Conozco casos de extrema necesidad que incluso se ha llegado a usar el balde de fregar los suelos y luego no ha habido que lamentar fallecidos por envenenamiento ni nada.
2. Ir al Carreful (Jia Le Fu) y pillar lo siguiente (tiene que salir a litro de sangría por cada dos personas, por lo menos):
- Vino peleón, el más barato que haya. Yo siempre compraba uno que iba en garrafas de plástico, de color rosa diáfano y además muy dulce, algo que le daba un toque realmente repulsivo, pero nos ahorrábamos el azúcar.
- Sprite, o 雪碧 (XueBi), como la llaman los chinos. También Refresco-Aguachirle que proporcione sabor a naranja.
- Alcohol fuerte para darle cuerpo (y grados). En España siempre encuentras licores de garrafón para mezclar, de destilación rápida, baratos y de marcas tipo Ron Brugan, Gin Lirios, Vermut MariTrini... pero en China no hay tales aberraciones, así que haciendo de tripas corazón, compraba primeras marcas y pillaba un par de botellas de Martini o Cointreau y Ron Bacardi, además de una botellita de Baijiu chino (un licor del que ya conté que está a caballo entre el keroseno y el Anís del Mono), para darle un toque local.
- Fruta que esté barata. Manzana y Pera son las preferidas, ya que se lavan (ni pensar en pelarlas), se cortan y se echan en el cubo rápidamente.
La mezcla la tenía calculada para que en un litro hubiera mitad y mitad, es decir, 500cl de cosas con alcohol echadas un poco a ojo y otros tantos de "sin", añadidas también al buen tuntún. El resultado era un líquido de aspecto y aroma ponzoñoso, pero que entraba muy bien y ponía pedo casi sin sentirlo, sobre todo a ellas. La bebida ideal que todo los zagales quieren en sus fiestas.
Se calculaba la compra para poder rellenar el cubo al menos 3 veces. La receta variaba de una recarga a otra, pero el caso es que debido a las dosis alcohólicas que iban acumulando los invitados, cada vez les estaba más buena.
Aquella sangría triunfaba, llegando al punto que en el Shamrock, glorioso bar irlandés donde los haya, me pidieron la fórmula de aquel brebaje alucinógeno para incluirlo en el menú. Por supuesto tuve que reinventar la composición y por ejempo, obviar el detalle de que le metía Baijiu a aquel potingue.
Mi mayor sorpresa fue que en el menú citaron mi autoría e incluso metieron una foto mía. En la descripción de la Sangría pone: "¿Te sientes haciendo baile latino? Entonces prueba la poción de Fernando de Vino Tinto, Licor de Cereza, Cointreau, Zumo de Naranja y de Piña. ¿Uno más Señor?".
De todo lo que les quise enseñar sobre mi sangría de combate, en lo único que realmente coincido de la explicación que hiceron ellos, es que la llamaran "poción". Que yo recuerde ni siquiera cité nada de Licor de Cereza y menos de Zumo de Piña, pero el barman consideró poner algo también de su cosecha... en fin, alegría!! no creo que nadie se quejara de aquellas variaciones.
Lo que más me alegró fue ver mi retrato en el menú con el canguro Skeeppe, la mascota que nos acompañana a animar los partidos de futbol del Chengdu Wu Niu (成都五牛).
Mi nombre y mi fotografía en una carta de bebidas alcohólicas. Pensándolo bien, no estoy seguro si es algo para estar orgulloso y contarlo a los cuatro vientos. En fin, esa es la huella que dejé en Chengdu, que junto con la aparición gráfica en la prensa deportiva y la actuación estelar que tuve en el especial de la Televisión de Sichuan sobre la policía ante una modesta audiencia de 90 millones de espectadores, fue mi legado.
Saludotes.