Al hilo del post anterior, hoy iba en el tren hacia Hong Kong, cuando me he dado cuenta que los pigmeos tampoco pagarían por el viaje. Un chollo de país para los que tengan problemas de crecimiento.
Si mides menos de metro y medio, esto puede ser jauja. Yo no lo entiendo, porque los chinos precisamente no se distinguen por su amplias envergaduras, pero así es. Los carteles a los que se puede dirigir el revisor para exigir el pago del billete están en cada vagón.
Y como este relato se me va a quedar demasiado corto, aprovecho para tocar otro tema, concretamente el de los constantes Consejos Calientes con los que se alecciona a la población. Efectivamente si os fijáis en la afoto que coloqué el otro día, en la parte de arriba pone:
Transcribo: 温馨提示 (wen xin ti shi) que traducido quiere decir "Consejos Calientes" (Warm Tips), título de este cutrepost. Los Consejos Calientes poco tienen que ver con los que daba la Doctora Carmen Vijande, pues se tratan de avisos y anuncios de lo que se debe (o conviene) hacer en cada momento. Me lo he encontrado en muchos sitios, a veces son realmente sorprendentes. En el del cine, dice de manera alegre: "Ya mido un metro y diez centímetros: Quiero comprar entrada!!", así, como si fuera una fiesta o algo que celebrar. La realidad es mucho más cruda: Como midas 1.10 o pagas o entra tu puta madre!!
Que yo recuerde, otras ocasiones donde me he topado con Consejos Calientes ha sido en el aeropuerto de Shanghai donde decía que no pillaras taxis ilegales, no dejaras que te negociaran el precio (que te pongan el taxímetro, vamos) y que no le dejes fumar al taxita (literal). No me acordé de echarle una afoto a aquello, pero sí que hice una el otro día en un sotanillo donde sirven cuencos con sopa, fideos y mollejas a cualquier hora del día (y de la noche).
A la diestra el cartel con el Consejo Caliente dice que estés al loro con tus objetos personales porque te pueden desaparecer más rápido que en un truco de David Copperfield. A la siniestra nos comunican que en beneficio de todos, gastemos palillos y cuencos de esos de plástco que se pueden lavar, que hay que salvar el planeta y no los palillos de madera de un solo uso, que aluego se tiran y nos hemos jodido todos los áboles del planeta, esos son un mal rollito. Los chinos piensan en esas cosas también. Ese cartel en un local tan cutre, pone de relevancia que los ciudadanos de este país tienen un protagonismo mundial del que son conscientes, a diferencia de otra gente en los llamados países "líderes".
Por fin estoy escribiendo de nuevo majaderías en este cutreblog. Os contaba en uno de los post hace ya ni me acuerdo de tiempo, que hablaría de la peli Australia. Me gustó mucho (hasta aquí llega mi sentido crítico cinéfilo ).
Por lo demás, destacar que la Nicole Kidman está más tremenda cuantos más años pasan. Se ve que se fue de botellón del elixir de la eterna juventud con Madonna, porque yo no me lo explico. También que la peli pone de relieve,sobre todo, que los australianos putearon (discriminaron) e impusieron leyes a la fuerza a los aborígenes, principalmente a los niños, "educándolos" en unas costumbres que no eran las suyas ni por el forro. Como veis, en todas partes cuecen beans.
Aluego otra cosa que quería comentar, es que en los cines chinos a los niños no se les hace pagar en el caso de que sean canijos. A la entrada de las salas hay carteles como el que os muestro, que liberan de la obligación paganini a los chavales que no han dado el estirón. Debe ser que si no son lo suficientemente altos como para tapar con el cabolo al que está detrás, pues nada, invitados al cine!!
Esto de la altura sólo lo había visto antes en los parques de atracciones, pues tiene su explicación en evitar que los niños salgan expulsados violentamente de los cacharros a las primeras de cambio. Concretamente me quedé con el tema cuando allá por el año 1995 visité en Ohio (los Uesei) Cedar Points, donde por cierto hay unas montañas rusas de las que sales con el culo hecho agualimón y el estómago en la boca.
Pues eso, que si una tribu de pigmeos quiere ir al cine por la patilla y todas las veces deseen, en China tendrán su particular paraíso cinematográfico. Todo esto me hace pensar también en los gloriosos FARY y TORREBRUNO, que probablemente sólo pudieron disfrutar de las atracciones de la feria en sus respectivos pueblos, porque en los USA lo llevarían clarinete. En cambio, los dos monstruos del espectáculo podrían haberse aprovechado de marathones de cine en China que lo hubieran gozado de lo lindo. Una pena que se fueran al cielo probablemente sin saberlo. Desde esta humilde web, sirva con estas fotos mi más sentido homenaje.
Que escriba en este cutreblog dos días consecutivos es algo paranormal en mí, pero la ocasión lo merece. Estaba leyendo El Mundo y me he encontrado con esta noticia.
Resulta que Yves Saint Laurent, a pesar de lo pobre que ha sido toda la vida desde que su madre lo parió, era muy aficionado a coleccionar obras de arte, en especial piezas únicas. En su patrimonio particular contaba con las cabezas en bronce de dos animales del zodiaco chino, el conejo y la rata, que recientemente han salido a subasta y por las que parece que se deberían de haber pagado, pues ese es el precio que se alcanzó, 28 millones de Euros (35 millones de dólares).
Como habréis leído en la noticia, el "no-comprador", ha sido una galería privada de Xiamen, que ahora se niega a hacer el pago, alegando que esas piezas pertenecen al patrimonio histórico y cultural chino. Las testas de la rata y el conejo, estaban junto a las de otros 10 animales, rodeando una de las fuentes que había en el Palacio de Verano en Pekin. Durante la segunda guerra del Opio, concretamente en 1860, el palacio fue arrasado por las tropas francesas e inglesas. Prácticamente todas las obras de arte y objetos de valor (oro, piedras preciosas, jades, bronces...) fueron robadas. De aquel botín con 12 animales diferentes (el horóscopo chino, como sabréis a estas alturas, se compone de una docena de animales distintos), ya os presenté el caballo cuando hice el post de Cacau Meravillao, propiedad de Mr. Stanley Ho y que está en la entrada de un casino en Macao, custodiado permanentemente.
Además del saqueo en el Palacio de Verano, hubo muchos otros en China. Se calcula que hay unos 10 millones de reliquias y obras de arte chinos por el mundo, casi todos robados. En los últimos años, gobierno y asociaciones chinas han estado reclamando la devolución de aquello que fue hurtado, al mismo tiempo que también han tratando de impedir las subastas por interpretar que legítimamente pertenecen al pueblo chino y nunca fueron vendidas, sino que se tomaron a la fuerza y se está incluso comerciando con ellas.
¿Cómo llegaron esas cabezas hasta Yves Saint Laurent? Ni idea, pero está claro que hay ladrones por medio. El hecho que las tropas francesas participaran en la jornada cinegética en la que se hicieron con (entre otras muchas más cosas) esos 12 trofeos, y que Yves Saint Laurent sea también francés, posiblemente explica mucho. Pero bueno, no pongo la mano en el fuego porque este caso me ha recordado una peli que he vuelto a ver recientemente y que por cierto, me parece excelente: Le Violin Rouge. El que la haya visto, ya sabe de lo que hablo, y si no, pues un día de estos ya escribiré sobre el flin.
La galería de Xiamen "no-compradora" de las cabezas de don Yves ha declarado que el propósito de intervenir y ganar la puja, era para detener la subasta. Desde luego que lo consiguieron. Yo doy mi apoyo totalmente a los chinos. Me parece paradójico que Yves Sant Laurent (RIP), tenga en su poder objetos de arte expoliados al pueblo chino, débil e indefenso en aquel momento, cuando al mismo tiempo combate junto a otras multinacionales de la moda, por las "copias" que le hacen los asiáticos de las prendas y complementos de su marca, sobre todo apoyándose en su gobierno y la presión que hacen por medio del control aduanero. Si habéis volado a Europa de vuelta de China alguna vez, haciendo escala en el aeropuerto de París, ya sabréis a qué me refiero.
El día de San Valentín fue ya hace un par de semanas y algunos ya habréis leido que no soy partidario, pero como cayó en sábado y se terciaba una salida con la novieta, pues decidimos cenar por ahí y aluego acudir al cine.
Aunque hubiera desconocido la fecha en la que estábamos, se sabía que era San Valentín, pues en el 85% de las parejas, ella iba armada de un ramo de flores. Algunos eran realmente exagerados y hay que joderse de que te recoja el novio a las 5, te obsequie con un aparatoso conjunto floral y tengas que cargar con él toda la puta tarde y noche.
Por supuesto que la idea del cine para mí siempre es apetitosa, aunque tuvimos que hacer más de media hora de cola para conseguir las entradas. Las películas pasteleras (casi todas chinas y taiwanesas), intencionadamente programadas para ese día, estaban hasta los topes. Me hacía ilusión ver Australia, pero al parecer, considerada por el público esa noche como drama romántico, no hubo manera de conseguir entradas, así que acabamos viendo Transpoter 3, en la que hay una escena que se dan morreos y se metern un poco de mano, pero desde luego, no es precisamente una historia sentimental. Por mí, cojonudo, siempre me han gustado las pelis en las que sale Jason Statham, con mención especial a Lock, Stock and Two Smoking Barrels y a Snatch, ambas dirigidas por mi respetado Guy Ritcher... RockndRolla tembién se sale.
Bueno, una vez hecho el alarde de que soy aficionado a ver cine, aunque sin pretensiones demasiado eruditas, sigo contando que al ir a comprar las entradas, nos comunicaron que sólo quedaban para la sala VIP. Los cines chinos (en las ciudades, las zonas rurales son otra historia) en general son modernos, cómodos, las pantallas son más grandes que las salas de proyección y los equipos de sonido son propios de coche de bakala. Si a todo eso le añades que la sala VIP está dotada de unos sillones reclinables en los que al sentarte, te hundes de tal manera que lo que dan ganas, es más bien de echarte una siesta, si la película te gusta, pasas un rato de lo más flipante.
Como nota negativa, es que dada la disposición entre los sillones, magrear a tu acompañante (si hay confianza), es un tanto aparatoso. También el precio, para ser China, no es de lo más razonable. Al cambio son unos 8 Leuros, pero es que si lo pusieran más barato, las listas de espera para pillar ticketos serían más largas que las de las operaciones de la Seguridad Social.
En cuanto a la película que vimos, le doy un 10. Os animo a que no os la perdáis.
Prometo hacer otro cutrepost sobre el tema de los cines en China pronto, pues unos días más tarde y ya pasada la euforia sanvalentinera, fui a ver por fin Australia (hay ciertas pelis que intento no perdonar verlas en el cine).
Saludotes!!