Cuando viví en la India, allá por el 2002, conocí a un joven de Honduras que estaba haciendo unas prácticas universitarias en Nueva Delhi. Su nombre era Rigoberto y de físico, no era precisamente agraciado: oscuro de piel, bajito, regordete, miope con unas gafas horribles, pelo abundante y tirando a grasiento, bigotillo apelusado... y para colmo, le faltaba un diente que le hacía cecear. Rigo, como le llamaban los amigos, era aficionado a escribir poesía, y todavía recuerdo algunas rimas que le hicieron bastante famoso en la comunidad de extranjeros. Así recitaba el bueno de Rigo:
"Laz barraz y eztrellaz zon como una ramera,
por ezo la deuda ezterna noz roba la primavera"
Aquel poeta, a caballo entre Gloria Fuertes y Luis Cernuda, caló hondo en nuestros corazones. Y a pesar de quedarle algo de camino para ser un Adonis, he de reconocer que nos dejó a todos con los huevos colganderos, cuando un día fuimos a una fiesta de la Universidad y nos presentó a la novia que se había echado: Una preciosidad italiana, morena de pelo largo, con unos pechos enormes, seguramente duros como piedras... tenía unos 10 años más que Rigo, y el mejor dato: acababa de regresar de una estancia en el interior de la India, donde había asistido a un curso para aprender bien las técnicas del Kamasutra. A partir de ese día, todos nos morimos de envidia y odiamos a Rigo.
Pues estaba yo en la Feria de Cantón hace un par de meses y me acordé de Rigo, por la caradura de algunos fabricantes chinos. Copiar y Copiar... hay que tener morro y pocos escrúpulos. No todos los chinos copian, pero como son tantos, con unos pocos que copien, ya son muchos. He tratado el tema de las copias en varias ocasiones, como el de las maletas Pabo y esto es otro ejemplo de las atrocidades que pueden hacer allí, sin cortarse un pelo. Ya que copian, por lo menos que copien bien.
El caso es que en un stand de un fabricante de motos, parecía que fue Rigo el que pintó el cartel de Repsol y claro, con su dicción le quedo tal que así:
Como véis, lo de RepZol es un tanto diferente al modelo de verdad:
Dedico este post al hondureño más famoso de Delhi, seguro que hoy debe haber un monumento en la universidad con la efigie de Rigoberto. Estatua patrocinada por Viagra... la de pastillas que se debió tomar para tener contenta a aquel pedazo de mujer, graduada en la escuela del sexo.
Me llega una foto de un folleto turístico de Guangzhou. A la izquierda habla del Museo de Artes y Folclore. A la derecha de la Ciudad de las Ciencias en Guangzhou. No sé si lo hacen a propósito o ha sido un descuido del publicista, por no tener ni puta idea y buscar fotos sobre The Science City en Baidu, el buscador chinako. El resultado es que aparece una imagen de L'Hemisfèric y detrás L'Umbracle, ambos, cotizadísimas construcciones de La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.
He tratado el tema de las copias muchas veces en este cutreblog, unas veces en contra de los chinos y otras a favor. En este caso, no sé cómo posicionarme.
La Ciudad de las Ciencias es una obra faraónica que ha costado más de 1.100 millones de Euros (que se dice pronto) y además está inacabada, de los cuales, 94 millones de Euros corresponden a los honorarios del arquitecto Santiago Calatrava. Una comisión de lo más normal. 94 millones de Euros son más de 15.500 millones de las antigüas pesetas (una miseria). Recientemente Calatrava ha sido denuciado porque al Palacio de las Artes Reina Sofía, se le estaba cayendo el azulejo visto y podía matar a alguien, así que se optó por dejar la obra limpia de baldosines.
Valencia está endeudada hasta la próxima glaciación y desde luego que ahora ya no hay marcha atrás, pero no estaría mal que si a los chinos les gusta usar nuestras construcciones en su publicidad, por lo menos se les cobrara algo de derechos de imagen para ver si podemos recuperar un poco la inversión o incluso venderles un par de edificios... ya digo, por ejemplo: el Reina Sofía, ahora que se nos ha quedado pelao.
Como contaba antes, no sé dónde posicionarme, en este caso de copia de las imágenes. La Ciudad de las Artes es un magnífico reclamo turístico que ha traído (y traerá) a millones de visitantes a Valencia, queramos o no, un símbolo ya para la ciudad. Así que no deberían de usar nuestras imágenes y emblemas ilegalmente. Pero por otro lado, ya propongo que si se llevaran un par de edificios y nos pagaran por ellos, creo que nos harían un favor y tampoco se notaría mucho.
De hecho, lanzaría una oferta y que al comprar (por ejemplo) L'Oceanogràfic y el Museo de las Ciencias, les obsequiáramos también, a modo de pack, con algún acusado de corruptelas, de esos que hace tiempo que nos sobran, y que se los lleven a cumplir condena en alguna cárcel china. No sé, una propuesta un tanto arriesgada y que quizá haga que los chinos huyan despavoridos.
La manía de los chinos en ponerse nombres occidentales, no tiene límites. Las razón principal es porque si se relacionan con extranjeros, saben que les cuesta pronunciar adecuadamente su nombre chino, así que se buscan nombres occidentales que varían en idioma, según sea la lengua extranjera hablada por el chino y la nacionalidad de sus interlocutores.
Pero lejos de ponerse nombres "comunes", como PETER, JOHN, MARY, SUSAN, PACO, ANA, FELIPE... los hay que rebuscan en el Santoral, en Internet o en su propia imaginación, para ser originales en sus propósitos de redenominarse. A menudo son los profesores de idiomas lo que dan nombres a los alumnos como si fueran curas en el sacramento bautismal, pero lo más común es que se pongan nombres a sí mismos. He conocido chinos y chinas que hablan inglés o español, con nombres tan buenísimos como:
Aspen, Butterfly, Snake, Pearl, Marlboro, Superman, Zoe, Camilo, Herrminia, Modesto, Basilio...
Como he empezado este post, siempre se puede rizar el rizo y la búsqueda de originalidad en llamarse de algunos chinos, es ilimitada. En un hotel de la provincia de Zhejiang se celebraba una boda, y me encontré con este cartel que me dejó sin habla:
Devil se casa con Serena!! El diablo se desposa, señores!! y nada menos que con una mujer que se llama "Serena". Para ser diablo, va a contraer matrimonio con una tipa de nombre de los más tranquilo, a no ser que sea Serena, la actriz porno de los 80, hoy ya sex... sexagenaria.
Hay que estar poco informado y no saber de la misa la mitad, para ponerse un nombre con tanto yuyu. El chaval se ha lucido, pero ella también carece de prejuicios, casándose con el diablo personificado. Diablo es un buen nombre para un caballo o para una moto (aquí la Derbi Diablo, la moto que tenía Carlos Jesús, según Alfonso Arús).
Tiene delito la cosa. Yo soy el padre de la novia y mi hija no se casa hasta que el payo se cambie a un nombre decente. Hay que ser gilipollas. No me lo explico... o igual es que es fan de Dover, y se ha puesto el nombre en honor a su canción más famosa.