GUANGZHOU, MI CASA

Punjabi Chinese Fushion

Hace unos meses pasé unos días en la India y en una carretera perdida al norte del país, me llevé una sorpresa con el tipo de comida que se ofrecía. Rizar el rizo: Punjabi-Chinese.

En aquel momento pensé: "O soy un analfabeto gastronómico y no sé qué relación puede tener la comida China con la región india de Punjab, o los dueños del restaurante se han fumao medio Afganistán y les ha dado por experimentar con el fruto de sus delirios".

Pues qué equivocado estaba. En un mundo globalizado y donde casi todos los cocineros del planeta le echan morro y fusionan lo que les da la gana, los despenseros indios no se iban quedar atrás. Resulta que ya hace unos años que se puso de moda lo de arrejuntar los sabores de las salsas del Punjab con las pastas chinas.

Así me lo explicó el amiguete indio que me acompañaba: "La comida del Punjab consta principalmente de rotis, paranthas, nan, mantequilla y queso, con salsas basadas en cebolla, tomate, jengibre, ajo y especias. A los indios nos gusta mucho comer la pasta china (noodles) y mezclar las dos cosas fue una gran idea que han copiado en restaurantes de todo el país".

O sea, que se trata de un revuelto de espaguettis con tomate, cebolla, ajo, jengibre y especias... ¿esto no es pasta italiana? Sí, lo sería pero con la diferencia en que los indios los prefieren en caldo o fritos, que es cierto que tiene que ver más con los chinos.

En fin, para gustos, los colores. Todo es un negocio y la restauración no se va a quedar atrás. Nos encanta comer bien y probar cosas diferentes. Me alegro que la India también se apunte en esto sus tantos.

Lejos queda aquella foto que me hice cuando me secuestraron en el 2005, con dos famélicos peregrinos camino del Templo de Oro en Amritsar. Hoy en día en el Punjab, hay quien se pone como el kiko y no quiero mirar a nadie, pero estos agentes de la autoridad nos sirven como buen ejemplo ilustrativo, ya que no tienen pinta de estar precisamente a régimen.