Durante mi estancia en España, una de las cosas que me jode muncho muncho mucho, es lidiar con los pedigüeños y más aún con los gorrillas.
Repasando algunas fotos en el computador, me he topado con esta, en la que salgo acompañado de la tropa de raspas que campaban por mi barrio de Vasant Vihar, en Nueva Delhi.
Nunca les di dinero, cualquier cosa de comer o beber les molaba. Por supuesto que ellos preferían pasta en metálico y ya se lo administrarían después, pero siempre me negué. De hecho, creo que en muy raras ocasiones llegué a darle dinero a alguien en la India. Me reventaba desconocer si aquella mendicidad era real o formaba parte de alguna red de explotación de mendigos (que las hay a montones por todos los rincones de la mayoría de países asiáticos).
Con el tiempo, los niños de la foto se hiceron mis amigos y muchas veces me sentaba con ellos a comer chocolate o tomarme algún refresco, mientras nos contabamos cosas y tal... tampoco os creáis que eran conversaciones muy profundas. "Furrr", me llamaban siempre cuando se aprendieron mi nombre (Fer, por si algunos no lo sabíais). Una vez me se me averió la moto, me los encontré por la calle y me ayudaron a llevarla al taller. Decidí que esta vez sí se merecían algo de dinero por ayudarme... ante mi sorpresa, lo rechazaron y me pidieron que les comprara algo de comer.
El domingo un gorrilla me ayudó a aparcar el coche. Llevaba un bote de Fanta naranja que había comprado un rato antes en una gasolinera para acompañar una bolsa de Pandilla Drakis que adquirí unos días antes en Carrefour. No quería darle un duro al tipo aquel, me negaba a entregarle mis Drakis, pero no me importaba obsequiarle con la Fanta, pensando que me la tiraría a la cabeza. Me dejó flipado que aquel esmirriao greñudo con pinta de yonki, me la aceptó de buen grado y me dijo "Coño, me viene mu bien porque ahora me voy a comer el bocata de la cena".
MORALEJA: Esto no es la India, pero si no quieres darle pasta a los gorrillas y que se conformen con otra cosa, dales (p.ej) botes de Fanta en las horas de las comidas.
Menudo post más pastelero me ha salido, pero también qué práctico y educativo para todos vosotros.
De nada.
FE DE RATAS: Mi cutrecultura musical de la Super Pop me ha hecho confundir a la Christina Aguilucho con Britni Espiers... menos mal que tengo amigos leales y fieles que me aprecian, para corregirme y que no quede demasiado en ridículo. Gracias Teren. A partir de ahora, donde leáis "Britni", que sepais que debe poner "Cristi".
Me he encontrao la afoto esta del Yao Ming con Saki Lonil y la Britni Spaers... tiene su gracia.
El tema es que por la foto he llegado a recordar los pasados JJOO (Juegos Juegos Olímpicos Olímpicos) de Atenas, en los cuales el Dani y yo los sufrimos en Chengdu de lo lindo (todavía me duelen las risas de los chinos en nuestros jetos cuando perdimos la final de dobles femenina de tenis). Ese recordatorio se me ha filtrado a otro de al ver a Yao Ming preparado a hacer dúo con Shaq para trepanar a la Brit a la vez: los poco elegantes comentarios del chino sobre el lamentable papel de su selección en esos Juegos (de la cual, por ser él de China, formaba parte).
Tras un par de derrotas, Yao puso a parir y le echó la culpa a todo el que le rodeaba, entrenador, compañeros y hasta al que llevaba las toallas y el agua. Por supesto, eso no sentó muy bien a su compatriotas (doy fe, que yo estaba presente rodeado de chinos viendo la rueda de prensa por la tele el día este en que se lució declarando, y se cagaron en sus muertos).
No niego que el señor Ming sea bueno jugando al basket (aunque, salvo raras excepciones, pienso que para la inmensa mayoría de los altos, ser bueno en el basket no tiene tanto mérito). Lo que tengo muy claro es que hay cientos de americanos por las universidades y otras ligas de los USA, que juegan mucho mejor que él y podrían estar ahí quitándole el sitio, pero, oh!! cielos!! no tienen el tirón mediático y publicitario que tiene Mr. Minga, cuyo careto se puede ver por toda China anunciando Mc Doñals, China Telecom, Motorolla y no sé cuántas cosas más.
Así que me gustaría que el señórito (o señorote) reconociera que es carne de marketing... y así espero que no le falte más al respeto a sus conciudadanos y en su lugar, se pelee con cualquier otro jugador de la NBA porque le ha quitado el contrato para anunciar neumáticos, calcetines, colonias o chicles con sabor autenticou a purro mais, que es para lo que en realidad lo quieren los Yankis.
Que se calle, oiga!!!
Lamento no poder conectarme a Internet y actualizar mi blog con más frecuencia, pero mis ánsias de trotamundos y desconocedor del riesgo me han jugado una mala pasada y permanezco retenido a la fuerza en poder de unos colegas de Shandokan.
Pronto espero que los hermanos Franciscanos paguen mi rescate y volveré a temas cotidianos y de rabiosa actualidad. Lo prometo. Si os aburrís, leed historias pasadas que seguro que hay alguna que os falta u os echáis unas risas releyendo.
Besotes.