Me agobia la gente que siempre va con prisas, pero he de reconocer que últimamente yo también he ido a pijo sacao, porque antes de que me diera la urgencia, he estado de un pachorras que ni mi primo Ignacio en sus buenos tiempos (que ya es decir).
Como ejemplo, ayer perdí un avión (el segundo de mi vida y el segundo en apenas dos meses) por lo cojonazos que estoy. El sábado por la noche a las tres de la mañana, todavía andaba yo alternando en una disco de Guangzhou (Cantón). Teniendo en cuenta que ayer me quería levantar a las 7:30 para coger el primer tren a Hong Kong (dos horas de trayecto) con el propósito de comprarme un computador, las sábanas me pesaron cual lápida y no hubo manera. Salí en el tren de las 9:50 y por supuesto no llegué al de regreso que era a las 13:30. Tuve que coger un taxi y dos trenes (transbordo en Shenzhen incluido). Eran las 16:30 cuando legué de nuevo a Guangzhou. El avión a Chengdu salía a las 17:45 y todavía debía pasar por casa de mi amigo Íñigo a recoger mis defectos personales...
Perdí el vuelo por goleada de minutos. Cambio de billete y tediosa espera para llegar a la capital de Sichuan a la hora de las putas... pero yo ya estaba muy cansado para eso.
Aquí el último modelo chino de dragadora flotante, maravilla de la tecnología naval más avanzada.
El que sea un poco escrupuloso, que no siga leyendo.
Anoche, mientras visionaba apaciblemente en casa junto a unos colegas "The Devil's Advocate" (Al Pacino y Keanu Reaves), me bebí unos cuantos wiskises con agua e ingerí medio kilo de pipas y otras cantidades de papas, pistachos y palomitas. Antes de dormir me tomé mis dos vasos de leche reglamentarios.
Esta mañana me recogía en la puerta de casa mi compañero de curro Jeff Zhang para ir a visitar un par de empresas. Tras desayunarme dos tostadas con aceite de oliva, tomate restregao y sal, zumo de naranja y café con gotita de leche, una buena ducha me ha dejado en perfecto estado para afrontar la jornada laboral.
Bajaba yo tan contento con una docena de catálogos en la mano, cuando a escasos metros del coche de Jeff he sentido la necesidad de expulsar una ventosidad. Cual sería el amasijo que había en mi estómago, que el citado gas ha arrastrado consigo algo más y que no puedo identificar, pero era líquido. -"Te dejo aquí un momento los catálogos que se me ha olvidado una cosa arriba", le he dicho a Jeff nada al abrir la puerta del auto. Sin darle tiempo a responder, me he dado la vuelta y he subido rápidamente a desinfectarme. Hemos llegado tarde a las entrevistas, pero la higiene es lo primero. También he preferido ocultar la verdad: - "Perdón por el retraso, pero es que había mucho tráfico".
Con esta historia quiero demostrar a los que me dicen que qué interesante debe ser habitar en este país, que para experimentar aventuras excitantes, no hace falta vivir en China.
Mi amiga Wan Jie 2 me pide trabajo. Le digo que me lo dé ella a mí. Una noticia sacudió mi vida (por fin): "El 29 se acaba tu contrato". No sé si fue la causa por la que anoche casi no pude dormir... No, en realidad la culpa la tuvo el asma y que me tuviera que fundir casi un cartucho de Ventolín. Hacía tiempo que no me pasaba. Malditos cambios de temperatura.
Este sábado me voy a Hong Kong a, entre otras cosas, comprarme un computador de esos pequeños que se cierran como una libreta y que puedes llevar por todas partes (menos debajo del agua).
La foto del chino este de abajo con la bandurria se me coló ayer mientras probaba una cosa y aunque no esté muy bien, ahí se queda. Es muy normal encontrarte ancianos ciegos tocando el Er Hu y cantando por las calles de las grandes ciudades. Los traen no sé quienes -prefiero no saberlo- de las aldeas del interior para que mendiguen así.
Para una noche de San Valentín no hay otra cosa mejor que ver deporte en la tele con tus amigotes y cocerte durante un buen rato bebiendo tus caldos favoritos. No tengo ni idea de cómo quedó el marcador (ni puta falta que me hace), sé que Francia le metió una paliza a Irlanda, cosa que me la trae bastante floja. Yo me lo pasé de puta madre.
A propósito de San Valentín, me comenta mi amigo Carl Sleiden, director del Crown Grand Plaza del Chengdu, que el sábado por la noche hubo una ocupación del 100% en los cuatro restaurantes de lujo del hotel. El viernes por la noche fue del 96%. ¿Quiere esto decir que sólo hay un 4% de maridos ricos y fieles en esta ciudad?... puedo dar fe de que no me equivoco mucho haciendo esa pregunta.
Y para los que me piden más fotos, mientras voy buscando algunas que sean interesantes de mi pueblo, os podéis ir entreteniendo con estas.
Yo me cago en el día de San Valentín. Ojo, que he dicho "en el día", no en el bueno de San Valentín. Para tal onomástica, hace unos años escribí la bibliografía de este Santo varón y muchos de mis conocidos ya la han leído; aunque no sea recién salida del horno, la reciclo porque este es mi blog y pongo lo que me sale de los cojones y que nadie se me queje, y si os queréis quejar, ahí está lo de los comentarios.
SAN VALENTIN
Queridos todas: aprovechando este día tan señalado en que los enamorados babean y otras cosas hasta resbalarse con sus propios flujos corporales, recupero mi afición a la narración taxativa de las vidas ejemplares de nuestros santos.
Ante todo, para el que se crea que San Valentín es como una versión cristiana del gilipollas ese de Cupido (algunos incluso se creen que es el mismo), le diré que se trata de un santo con una vida bastante penosa y triste, aunque muy sacrificada y meritoria, para los tiempos que corrían. El bueno de Valentín se dedicaba junto con San Mario a cuidar y proteger a los mártires que eran perseguidos por un malvado emperador romano que se llamaba Claudio II. Al final los romanos, que por aquellos entonces eran peor que la Gestapo, lo trincaron y se lo llevaron a su capital para torturarlo con métodos rústicos y que renunciara a su fe de cristiano convencido al 100%. Por lo visto la tortura consistía en que lo golpeaban con unas mazas gordísimas, y ante la negativa al final recurrieron a cortarle la cabeza para ver si renunciaba, entonces ahí se acabó la conversación y ya no hubo manera de hacerle cambiar de parecer. La fecha de la decapitación fue el 14 de febrero de 270 (este año suena casi a modelo de Volvo). Y así se resume esta biografía. La mayor parte de las reliquias de San Valentín, es decir, algunos huesos y poco más, están en la iglesia de Santa Praxedes, que no tengo ni idea de ande es; creo que en Italia.
San Valentín fue elegido santo de los enamorados por algún escritor apócrifo y con delirios oligofrénicos, seguramente en los tiempos de Chaucer, cuya creencia popular viene a decirnos que los pájaros empiezan a arrejuntarse a partir del 14 de febrero, y que mozos y mozas tienen excusa para arrejuntarse también como animales.
El día de los enamorados siempre ha sido criticado por muchos. Hace dos años, sin ir más lejos en el café del tiempo ni en el espacio sideral, cuando vivía en Nueva Delhi, en una tertulia de culturetas y artistillas, oí a un tío todo encendido y con las venas del cuello como un rotulador Carioca Jumbo, asegurar que al igual que los fasfud, era otro invento yanki para lavarnos las mentes y comprimirnos la expresión libre de pensamiento. Después, vino una lluvia de argumentos soporíferos y finalizó la exposición pidiéndonos que por favor, no confundiéramos la expansión del yankismo con la yankización. Ahí vi la luz (gracias también a las cervezas que llevaba acumulando hacía varias horas).
La verdad es que el asesinato de rosas y otras flores se multiplica por infinito en este día. Yo, por mi parte, es al pueblo americano al que le tengo que agradecer haber recibido tarjetas con corazones un día de San Valentín a lo largo de mi vida, y ya nunca más. Fue en 1990 y estaba de estudiante de intercambio en una aldea perdida de Iowa. Las profesoras de preescolar tuvieron la genial idea de, por ser el único extranjero del cole, decirle a sus alumnos que el objetivo de sus tarjetas de Valentín fuera yo, y los pusieron a todos a hacer trabajos manuales: recortar cartulina con las estijeras, apegar, dibujar, pintar y ese día recibí decenas de felicitaciones todas de niños y niñas de corta edad, por lo cual este ha sido el motivo de ocultarlo durante 14 años, por temor a ser acusado de lo que vosotros sabéis pero como ahora todos ellos son mayores de edad, ya se puede contar.
LLego tarde, cansado pero sin sueño. Para pillarlo me pongo un DVD y me arropo en el sofá antes de proceder al traslado a la piltra. Me suena el móvil y una mandarina me dice que ha discutido en casa y que si puede venir a hablar conmigo. ¿Cómo me voy a negar?.
Llega tarde, cansada pero con ganas de hablar y no me deja ver la película. Cuando quiere ver la película, la que he puesto no le gusta. Cambiamos Snatch por Scarrie Movie 2.
Son las dos de la madrugada y antes de ir a dormir me dice "nos acostamos juntos pero sólo me abrazas, ¿vale?". No sé por dónde cogerlo, creo que seguiré su indicación y sin pensar mucho, la cogeré entre mis brazos y ya.
Me duermo pensando que mañana estaré con sueño.
Por lo menos no estoy cabreao.
Como cada miércoles, desde hace casi un año, esta noche me enfrento a la competición semanal de billar americano del local donde nos reunimos casi todos los guiris de Chengdu. No se apuesta dinero y el premio al ganador es una mierda. La cosa es que nos entretiene y ayuda, cuanto menos, a socializar y conocer gente. Nunca he ganado y las dos veces que llegué a la final, me pegaron unas palizas de órdago.
Órdago, qué ganas tengo de jugar al mus!!!.
Bueno, el caso es que me resisto a no participar. No me importa perder, no soy como otros que se apuntan y en cuanto les eliminan se marchan a casa como si no hubiera más que hacer y además cabreaos. No se puede ser así. Me alegro de saber disfrutar arriba y abajo.
El lunes pasa rápido como día tonto de la semana en el que tomamos contacto con la tediosa realidad laboral y cuesta coger velocidad. El putomartes, más despejaos, nos damos ya más cuenta de lo que jode ir a currar. Mañana es miérdoles, que aunque digan que el jueves es el que está en medio, si contamos el fin de semana, el que estorba en realidad es el miérdoles. Hasta el jueves inclusive, los odio a todos. Molan viernes, sábado... y Domingo para descansar (como Dios).
Aunque pensándolo bien... qué alegría que tenemos días para gastar!!!.
No me quejo, simplemente analizo, un poco cutre... pero analizo.
Me visto de Dorothee Evil Sister (la del Mago de Oz, la película, no el grupo de música).
A altas horas de la madrugada, me enciendo un pitillo y me empieza a arder una de las coletas de la peluca (tengo que dejar de fumar). Mi a miga Wan Jie me guantea la cara para apagar el incendio. Lo agradezco, pues hace un frío que pela.
Voy a la grabación de un programa piloto de una productora de unos colegas y hago llorar a la presentadora (¿de risa o de desesperación?)con mis ocurrencias. Me echan de la grabación.
Ceno en casa de unos amigos chinos una comida que no se la deseo ni a mi peor enemigo. Me la como (la comida) con un par de cojones y, hasta el momento, sigo vivo y tampoco me he ido por la pata pabajo.
Partida de Póker, pierdo unos 100 yuanes (= 9 euros) , pero he consumido mucho más en Gin Tonic en casa del anfitrion. Lo comido (bebido, en este caso) por lo servido.
DJ en el pub y salgo arrastrado como una lagartija a las tantas y seducido por una aborigen con ganas de marcha. No puedo cumplir. Cumplo a la mañana siguiente.
Partido de fútbol y sin tocarlo, fulmino a un chino que quería arrebatarme el balón con malas artes. Al tío se lo llevan directamente al hospital. Repito que yo no he sido, su rodilla dijo crack ella solita.
Pelis... nada nuevo... Me apetece remember: Tacones lejanos y Tiempos Modernos. Mis invitados mandarines se zampan un lomo ibérico de casi un kilo que me había traído para homenajearme en una ocasión especial.
Lectura en la cama: Me leo de tirón el libro sobre la biografía de Españeta. Las 4 de la mañana... mañana más.
Pues voy a ver cómo queda este mi primer post.
Me molaría pillarle el truco a esto cuanto antes, porque le voy a sacar mucho jugo a la cosa esta. Preparáos a leer carnaza de la buena y de lo más interesante...
Saludotes.