Una vez acudí a una despedida de soltero en el interior de Valencia y al novio se le ocurrió la genial idea de que fueramos todos los tíos a un descenso haciendo piragüismo por el río Cabriel. La cosa estuvo muy bien para mí, pero otros miembros del equipo que se habían bebido la noche anterior hasta el agua de los floreros, no estuvieron muy sueltos y ahí que fueron los de la organización a su rescate, porque hubo quien no aprendió en toda la puta mañana la sincronización del remo.
Los organizadores de tal aventura fueron los amigos de Kalahari, capitanedos por el bueno de Zapa, un tipo sano y amable donde los haya. Meses después me encontré con una excursión de Kalahari en mi pueblo, que habían llegado hasta Chengdu a montar a caballo por las montañas o no sé qué cojones de historia me contaron. Yo, como veterano cicerón, traté a Zapa y los suyos fenomenal y quedaron tan contentos, que Zapa me emplazó a hacer Puenting "gratis total" en alguno de mis retornos a España. Esto fue hace ya 3 años y Zapa todavía está esperando mi llamada... y lo que le queda. Que Zapa es un tío majo, es indiscutible, pero mejor nos tomamos unas birras y nos echamos unas risas, antes de que me ate unas gomas a los piés y me empuje para que caiga por un precipicio. Ahí quedamos.
Hace unas pocas semanas, tuve la suerte de ir de rafting en China. Por el módico precio de unos 16 euros, te transportan en un autobús recogiéndote a las 6 de la mañana, hasta una localización a 3 horas de la urbe, te suben hasta una montaña muy guapa con cascadas y tal, aluego te montan en una barca hinchable equipado con casco y chaleco y te lanzan to pabajo durante unos 40 minutos de intensa emoción y tragos de agua. Cuando cae la tarde, te devuelven en el mismo bus y te dejan no en el punto de recogida, sino a las afueras de la ciudad, donde no hay un cochino taxi y estás hasta los huevos de todo el día sin parar... pero bueno, uno se busca la vida y al final, doy fe que llegué a casa.
Una de las cosas más destacables de viajar en un grupo con chinos, es el tío de la banderita (o guía). Siempre hay uno. Son Omnipresentes. Además de portar tal estandarte durante toda la jornada como si fuera parte de su propio cuerpo, hacen las veces de líderes y se toman su profesión tan en serio, que se sienten obligados a entretener al grupo asignado. Es encantador estar a las 7 de la mañana en un autobús lleno de chinos con un tío aferrado al micrófono hablando durante más de una hora explicando lo que vamos a hacer a lo largo del día. Todo lo anterior, intercalado con alguna canción estilo tuno compostelano y unos chistes más malos que los de Chiquito.
Al pobre abanderado lo llevaba loco. La bandera, creo que se la metió por el culo porque no tenía donde dejarla, y parecía mi novia cogiéndome la mano y todo... yo es que pasaba del paripé y me distraía. Oye, es que éramos 20.000 y no me perdió ni un momento. Un profesional.
Un consejo os doy. No se os ocurra viajar por China cuando sea fiesta o vísperas de fiesta nacional, a no ser que os mole la sensación de sentiros como anchoas en lata (a mí ya no me importa). A las imágenes me remito. Esta es la afoto que tome en la cola (marabunta) de subida a la montaña.
Pues aluego resulta que el monte está precioso que no veas. La inmensa mayoría de los chinos no hace rafting y sube allí a tomarse un té.
Cuando llega la hora del rafting, te suben en una especie de Zodiac para dos personas, ni remos ni na y hala, tira pabajo. No sé de qué material está hecho el suelo de la balsa, pero me hice unos cardenales en los cachetes del culo, dignos de Poli Diaz en su época decadente.
Toda una experiencia. Me gustó mucho. No hacen falta remos porque a cada recoveco que hacía el río, había un chino con un palo por si te quedabas atascao, reorientarte. Cojonudo.
La llegada tenía más expectación que la meta del Tour.
Y lo más impresionante. Tantos medios de transporte, tanta polla de organizar a la gente pa subir en minibuses a la cima de la montaña y toda la parafernalia... y luego, la barcas, las desinflan y se las suben chinos a pie. No sé.
Supongo que entre 1.600 millones de chinos, les tendrán que dar curro a todos, ¿no?
Besotes.
NOTA: Me hicieron unas fotos guapas, guapas, cuando bajaba montado en la barquilla y luego me las vendieron a dos euros la instantánea, pero no las pongo porque tengo el scaner jodido. Lo siento. Saludotes!!!.