Las primeras veces que viajé a China, me llevaron a un masaje de ciegos. Fue una doble experiencia, ya que además de que me lo hacía un ciego, aquel era también mi primer masaje profesional. En los países asiáticos el rollete de los masajes está a la orden del día. Será porque son baratos. No me podéis negar, que en Europa lo que para a la gente de ir a los fisioterapeutas, es el precio de los masajes... si costarán lo que valen en Asia, seguro que serían más populares.
Pero en mi caso, vaya por delante que después de tantos años, pocas veces he repetido. No soy nada amigo de que me magreen y encima pagando. La mayoría de la gente se relaja con un masaje, pero a mí, siempre acaban provocándome dolor, cosquillas y tensión en general. Los que más me joden son los de piés, ahí con el tipo clavándote la uña en la planta del pie y dejándola correr por todo el puente... me vuelve a doler sólo de pensarlo.
Me preguntaréis que si me dolía, ¿Por qué volvía? Pues hace poco hablaba con un buen amigo de San Sebastián, donde están los bares en los que se toman los mejores pintxos del mundo. Me contaba que para él ir de pintxos a veces apetece, pero otras, cuando vienen visitantes a Donosti y los tiene que sacar de pintxos, le puede resultar un tanto molesto, ya que ese día no cena (más bien se emborracha). Pues yo con lo de los masajes igual que lo de lo pintxos, pero sin apetecerme desde un principio nada de nada, lo que pasa luego es que los amiguetes que visitan China acaban convenciéndote para que los acompañes.
Esta foto la tomé en un calle de Shanghai:
Es uno de tantos establecimientos de masajes en los que los trabajadores son invidentes. Se supone que la sensibilidad que tienen en las manos les dota de un tacto extraoridinariamente sensible. A mí me duelen igual y me hacen las mismas cosquillas que los masajes de los videntes.
De todas maneras, es justo reconocer que este tipo de trabajo posibilita a los ciegos una manera de ganarse la vida, tal y como recogen muchos artículos que podéis leer por Internet. Y además ya os decía que en Asia es un fenómeno bastante extendido en muchos países, como también por ejemplo en Camboya.
Buscando enlaces para este cutrepost, hasta me he enterado que en algunos países sudamericanos también están proliferando este tipo de centros, como en Perú.
Cuando vivía en España y durante una etapa de mi vida, entre mis amigos hubo un invidente que a veces se empeñaba en darnos masajes en la espalda. Nosotros aquello se lo rechazábamos de una manera más o menos educada, pero algunas amigas no sabían cómo decirle que no, con lo que él se afanaba frotando las espaldas de las chicas durante largo tiempo, con el consiguiente cabreo por parte de sus novios, que se ponían un poco celosillos, pues interpretaban el masaje de mi amiguete ciego, como una excusa para meterles mano a las chavalas. Qué poco comprensibles eran aquellos muchachos.
Escrito por Fernandet, 9 de Abril 2012 a las 08:39 PMNo me acuerdo si lo leí o me lo comentarion pero el caso es que recuerdo que me decian que los ciegos tienen una parte muy sensible para dar masajes. Se afanan y sienten mas con las manos donde tienen que hacer incapie para quitar las contracturas, son mas profesionales.
No discuto que un buen quiromasajista sea bueno en su profesion pero un ciego tiene mas "tino" para darle una buena "paliza" y dejarte como nuevo.
Sí Jelens, eso dicen... pero a mí ni tino ni nada, ya decía que me duele lo mismo de un vidente o de un invidente, jeje.
Saludotes!!
Escrito por Fernandet a las 17 de Abril 2012 a las 12:35 PMGuao!
Trabajo en el área de la fisioterapia.
Estoy muy impresionado por brindar la oportunidad de trabajo a personas ciegas.
Excelente iniciativa que debería ser copiada en todos los países.
Un abrazo desde Costa Rica.