GUANGZHOU, MI CASA

Filipinas Connections

En el último post os comentaba que os iba a dar la brasa con el tema de los aeropuertos. El paso que tuve el mes pasado por Filipinas me marcó. Entiendo que un país con más de 7000 islas ha de desarrollar su transporte aéreo a unos límites insospechados, de hecho, Manila cuenta con 3 aeropuertos que los han ido construyendo según les ha hecho falta y con cierta improvisación, y eso lleva a que cuando llegas allí y tienes un vuelo de conexión, nunca sepas con seguridad si estas en el correcto, viéndote obligado a preguntar. Lo más seguro que es que tengas que trasladarte a otra terminal. Nosotros tuvimos que tomar un taxi y cambiar de aeropuerto para coger el avión a la isla de Bohol, aueropuerto (o más bien aeródromo) de Tagbilarán.

La tecnología punta que gastan en otros aeropuertos asiáticos, aquí la tienen un tanto primitiva, muestra de ello es cómo anuncian los horarios de los vuelos en la mismísima Manila.

Es verdad que los horarios se repiten todos los días, pero me parece que se pasan un poco con lo básico de la cartelería... ¿qué pasa si se cancela o se retrasa un vuelo? ¿Pegan un Post It?

El aeródromo de Tagbilarán me sorprendio porque se trata de una pista cochambrosa y al final de la misma, hay una especie de hangar, un cuartelillo de bomberos y una mini-torre de control... todo patrocinado por CocaCola.

Bohol es una isla muy bonita con un montón de islas más al rededor y miles de enclaves para disfrutar y muchos especialmente idóneos para practicar buceo y submarinismo. También me llamó la atención que en un mapa localicé una ciudad que se llamaba Valencia, y otra García Hernández... que de eso hay cantidad en España y sobre todo en Valencia.

La llegada al aeropuerto me causó impresión, pero cuando regresé para tomar el avión de vuelta, ahí ya me quedé más que acojonado. Para empezar, en tan precarias situaciones, si tomas un vuelo ponte serio, porque a los graciosetes no los dejan embarcar y además les pueden meter un paquete. Aquí un cartel que dice que si bromeas de que si llevas una bomba con tus colegas, te puede caer la del pulpo.

Aluego, una vez has pasado los en mi opinión "placebos" controles de seguridad, llegas a una sala de espera en la que para amenizar a los viajeros, había un grupo de invidentes que estaban cantando unas tediosas coplas, estilo "habaneras" de Compay Segundo, pero lógicamente, de muy distinta calidad. Debido a las reducidas dimensiones de aquel recinto, entenderéis que no había manera de escaparse de aquella murga.

Si lo llego a saber, hubiera llegado una hora más tarde al "check in". Una vez pasado el último control policial, estás jodido con la que te cae. A mí me parece excelente la propuesta de llevar a los invidentes a sacarse unos pesos intentando entretener a los turistas con sus cantos, pero no es de recibo... imagínate que alguien ese día tiene dolor de cabeza, jaqueca, diarrea o cualquier otra indisposición... empezar así el viaje, pues no es la mejor manera.

¿Y por qué un aeródromo de cuarta regional tenía una sala de espera tan petada de gente? Pues porque a pesar de ser unas instalaciones tan elementales, la afluencia de viajeros es considerable y el avioncito que aterriza allí es nada menos que un Airbus 320.

Y rozando ya los límites de lo inverosímil. Cuando estábamos despegando, advertí que detrás de la tapia del aeropuerto, estaba lleno de viviendas unifamiliares!!! Debe de ser una delicía tomar el té en el jardín de casa con los estruendos de los aviones despegando y aterrizando cada dos por tres... y no digamos despertarte de madrugada todos los días con las turbinas atronando en tu ventana.

Quitando la coña y para acabar, he de confesar que Filipinas es un país, que con los medios tan básicos con los que cuenta, es acogedor y muy amable con los visitantes. Se desviven en agradar y dar el mejor servicio que pueden. Espero visitar Filipinas muchas veces más... por cierto, impresionates sus puestas de sol, sobre todo vistas desde el cielo.

Escrito por Fernandet, 6 de Diciembre 2008 a las 05:54 PM