GUANGZHOU, MI CASA

A que te lo Adivino "casi" todo??!!!

Debajo del apartamento que tengo (alquilado) en Guangzhou, me encuentro a menudo con esta estampa:

No se trata de un monje Shaolin sin un clavo que está atracando a un viandante, ni de Derticya contanto otra vez el gol que le marcó aquella vez al Real Madrid (y que les amargó una liga). Tampoco es que Mr. Propper haya cobrado vida y esté dándole la brasa a los ciudadanos chinos con que hay que ser más y más limpios... No es PierLuigi Colina consolando a un jugador tras haberle pitado un penalty en contra, ni mucho menos el "Calvo de la Lotería", repartiendo Yuanes a porrillo, que como ya no le dejan currar en España, se ha venido a China a hacer feliz a la gente...

Lo que véis, es un tío que se viste de monje, aborda a los peatones, les dice cómo son de buenos o de malos, les charra sobre su presente y su futuro, remantando tal charlotada dándoles consejos de lo que deben o no deben hacer... todo ello amparados en que son reputados monjes budistas (primera cosa que dudo) y que además de estar en posesión de la verdad, tienen poderes sobrenaturales y así acojonar más al personal pa que les den una estampita (a cambio de pastuki, claro) la lleven siempre encima y los proteja.
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Yo no sé cómo este tipo de espantajos embaucadores existen en todas partes... puestos a ser justos, lo de ir disfrazado de monje, me parece más decente que ir con una lechuga en la cabeza y peregil en las orejas, como el Paco Porras... pero en todo caso, me remito a cualquier capítulo del Joven Rappel, para que queden claras mis opiniones sobre el tema y mi pesar sobre la gente que está enganchada y creen en lo que les dice esta gente... qué viva el Padre Apeles!!!

Los monjes estos de pega, que yo les he visto el chandal debajo de la túnica, ya podían leerle el futuro al hombre del tiempo en China o a los pobrecillos que iban camino de la estación de tren (que por cierto pilla muy cerca de donde están tomadas las fotos) y predecir que por culpa del frío, las nevadas y otras inclemencias meteorológicas, unos 270,000 chinos (hasta ahora y sólo contando Guangzhou) han tenido que devolver los billetes que les iban a transportar una semanilla con sus familiares en sus ciudades natales. A la mierda las vacaciones!!

Muchísimos trayectos han sido cancelados ya que el clima en el oeste y norte del país, es demasiado peligroso para trasladar a tanta gente con riesgo de que cualquier fallo o accidente, le cueste la vida a miles de personas. Son decisiones firmes, pero por el bien de la población.

En fin, que ni colándose en los vagones, van a poder volver a casa unos días por su Navidad, como en los anuncios de El Almendro.