GUANGZHOU, MI CASA

Aire Para Todos

Me tendréis que perdonar el tiempo que he estado ausente. Trabajo este mes estoy teniendo un rato, amén de 5 días de vacaciones en los que me retiré a las montañas del oeste de Sichuan... concretamente a un valle muy famoso que hace frontera con el Tibet y en el que destacan dos enclaves espectaculares llamados Jui Zhai Gou y Huan Long.

He hecho mil afotos, entre las que se encuentran estas, que si tenéis un poco de criterio artístico, os daréis cuenta que soy un fotógrafo bastante mediocre (eso me lo digo yo, ¿vale?... así que no hace falta que nadie se anime a ponerme a caer de un burro, ¿ok?, que ya sé cómo se las gastan algunos que se cuelan por estas páginas de la Internete).

Pues me pasé 5 días de estupendas sudadas subiendo y bajando cuestas, así como bastantes escaleras. Dos de ellos en onírica soledad y sosiego pensativo vagando por los bosques... y tres en un auténtico infierno de gentío ataviado con chirucas y cámara de arretratar, donde para tomar una buena foto, había que empujar más que un jugador de rugby en una melé al resto de personal que intentaba hacer lo propio. Os aconsejo de nuevo que si queréis disfrutar de una visita a cualquier parte de China, obviéis hacerlo en una fiesta nacional del país, aunque yo, repito, ya me he acostumbrado.

Es esos días tan concurridos de ambiente "salida del Bernabéu tras un partido", una de las cosas que más me sorprendieron, fue ver a muchísimos chinos, armados con extraños botes de flis:

Me asaltaron varias preguntas sobre de qué se trataba aquel cilindro, como si sería un spray matabichos o quizá desodorante o quizá un bote de nata, como bien dice Jelens. La duda me tenía en ascuas.

La respuesta me la dio un puesto de venta de los miles que hay por los senderos. Se trataba de sprays de aire. Sí, como lo leéis: Aire.

La cosa tiene cierta lógica, pues estando a más de 3000 metros de altura, cuando hay gente que acaba de llegar después de 16 horas de viaje en autobús desde localidades que están a más de 2500 metros de desnivel con aquello, y se pone a hacer ejercicio físico, subiendo y bajando cuentas durante todo el día, pues es normal que aunque estén en uno de los sitios con el aire más puro de toda Asia, por cosas de la atura, presión y tal... a la peña les den sofocos.

En realidad el oxígeno asistido, es algo necesario. Yo conocí un caso en la India de un grupo de españoles que nada más aterrrizar en el aeropuerto de Delhi, se trasladaron inmediatamente a las montañas de la frontera con Pakistán y se pusieron a hacer trekking... pues la excursión les duró 48 horas y uno que tenía cierto exceso de peso (un gordito, vamos), volvió a España como equipaje de mano de uno de sus compañeros, en un recipiente para cenizas. Es así de claro: Cuando el cuerpo humano sufre un cambio de altura y presión tan brusco, siempre es necesario un tiempo de adaptación en reposo, especialmente para las personas que no están en forma (casi todos nosotros, vamos), ancianos y niños.

Los chinos tienen clara su intención de que estas cosas no pasen entre los turistas montañeros inexpertos, y no sólo mediante la venta de botes de oxígeno, sino que a lo largo de los recorridos por los parques, también te puedes encontrar con casetas como esta,

En ellas se dispensa aire gratis desde unos balones de oxígeno tope de diseño... aunque hay que pagar 10 céntimos de euro por una pajita (deshechable, eso sí) para metérsela por la nariz y absorber el aire, en caso de que notes síntomas de que te va a dar un yuyu.

A mi me parece genial, pero matizando en los botes de spray, deberían de estar suministrados por personal cualificado, que explicara a los compradores las contraindicaciones del abuso de chuflarse aire de manera compulsiva e incesante, entre ellos, mareos y vómitos. Con mis propios ojos vi varias personas echando la raba con un bote de esos en la mano. Por favor, que eso se ha de tomar dosificado, como todos los medicamentos, aunque sean de parafarmacia.

Hubo un momento que todo era "pss, pss, pss..." a mi alrededor. Creía estar escuchando a Darth Vader roncando o a una manada de yonkis asmáticos enganchados al Ventolín... y luego claro, las potadas del siglo. Pero bueno, entre tanta cascada, meandro, acequia natural y agua de tantos colorines, pues se confundían con el paisaje.

Escrito por Fernandet, 1 de Noviembre 2007 a las 08:01 PM