30 de Agosto 2006

Mr. Huang te Vigila

Una de las ventajas de las obras del metro, es que además de que los coches ya no pueden aparcar en las aceras, las vallas de ocultación visual separan el tráfico del espacio reservado a los peatones. Plena tranquilidad en las calurosas noches de verano para tumbarse a la bartola a mirar las estrellas (bueno, a imaginarte que están ahí, detrás de la neblina que cubre casi siempre el cielo de esta ciudad), rodeado de montones de tierra y sacos de escombros:
en el suelo hay demasiado polvo como pa dejar los pies en el.jpg

Mr. Huang lo sabe bien y disfruta como el que más la coyuntura de la construcción del tren subterráneo (no hay más que verlo, es el de la derecha de la foto). Algo bueno tenía que tener el engorro de las obras... si no fuera porque Mr. Huang es el "Security Man", o vigilante, de un conocido pub en Chengdu. Este hombre tiene la misión de asegurar la integridad de los clientes del establecimiento y que por la noche, no perturben el descanso de los vecinos (vamos, que no se líe cuando van demasiado borrachos), así como evitar las sucias acciones de carteristas y otros ladronzuelos dentro del local.

Es cierto, muchas veces se escaquea. No lo culpo. Para evitar asaltos cuando el local cierra sus puertas, Mr. Huang duerme dentro del bar cinco noches a la semana y la verdad es que el trabajo que tiene, es para estar quemado y tomárselo con calma. Prácticamente vive allí las 24 horas del día. Los habituales del lugar le tenemos mucho aprecio. No habla ni pa-pa de inglés, pero aunque una persona no sepa casi mandarín, es muy fácil comunicarse con él. Es bastante pobre, pero en cambio, cuando te ve, le falta tiempo para rápidamente echarse mano al bolsillo y ofrecerte un cigarrillo.

El de en medio es su hijo, Xiao Huang (pequeño Huang). Ahora que no hay escuela, ha venido a pasar el verano con su padre. Prácticamente se puede decir que vive también en el bar. A veces, mando a Xiao Huang a comprarme tabaco y le suelto unas propinas que doblan lo que vale el paquete que me trae. Sé que normalmente, después entrega a su padre el dinero que le doy. Nunca suelo dar propina a los pelotas, lloricas o pesados excesivamente atentos (me incomoda el servilismo extremo), además de que no es costumbre en China -en serio: alguno se me ha cabreado, y mucho, por intentar darle propina-... Mr. Huang y su hijo se merecen ese dinero por naturales, silenciosos, amables y buena gente.

Los camareros y demás trabajadores del Shamrock son como una familia, comparten muchas horas juntos y en ocasiones, parece que tomen el local como su propia casa. La foto está tomada en la puerta del bar, un sábado sobre las 11 de la noche.

La semana que viene he de viajar a Túnez. Echaré de menos todo esto. Menos mal que tengo que volver pronto. No os preocupéis, que tengo toneladas de afotos para parir historias mientras estoy fuera de Chengdu, mi pueblo.

Saludotes!!!

Escrito por Fernandet, 30 de Agosto 2006 a las 09:51 PM
Comentarios

disfruta del viaje, qué decir de Mr. Huang y de ti, que tienes un gran corazón, bsots!

Escrito por maripilix a las 30 de Agosto 2006 a las 11:24 PM

Qué gran post y qué gran foto por dios.

Saluten !

Escrito por kota a las 31 de Agosto 2006 a las 12:58 AM

Me ha gustado la historia de Mr.Huang, debe de ser un buen hombre. Aprecio a la gente así.

saludos

Escrito por omarquez a las 31 de Agosto 2006 a las 09:27 AM

Como engancha China...
Cuando estoy en España me quiero venir para aqui, y cuando estoy aqui, me quiero ir para España.
Y es que pasear por la noche y no hacer nada en China es todo un placer. Ves gente haciendo TaiChi, gente sentada en la calle que no hace nada, gente tocando música, gente haciendo comida en los puestos de tallarines, pinchos de cordero y de todo lo que se pueda vender y comer y que no pasa no pasará un control de sanidad (y que rico esta todo)...
Que le voy a hacer...

Escrito por keiso a las 31 de Agosto 2006 a las 10:14 AM

Mr. Huang es un gran tío, sí, además es viudo y ha cuidado él solo de su hijo casi toda la vida... una vida bastante triste, pero cuando estás cerca de él, aunque no diga nada, aunque no estés hablando con él, te llena de moral mirarle como vaguea, habla con su hijo o está tumbado en medio de la calle.

Maripilix, gracias por lo del corazón, te has pasao, que se me han subío los colores... Mr. Huang sí lo tiene, yo no... nononono... por cierto, creo que he encontrado la manera de entrar en tu blog, ya dejaré comentarios.

Me alegro que os haya gustado la historia. Saludotes a todos!!!

Escrito por Fernandet a las 31 de Agosto 2006 a las 11:59 AM
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